La colección y conservación organizada de las bacterias aisladas en nuestro laboratorio nos ofrece distintas posibilidades y usos:
Son vitales para el control de calidad y para asegurar que los medios de cultivo, reactivos y métodos de diagnóstico funcionan correctamente. Como también para la validación de pruebas como la PCR y la secuenciación.
Con las cepas conservadas podemos realizar comparativas de cepas presentes y pasadas en las granjas de nuestros clientes, así como desarrollar nuevas técnicas.
Y también nos permiten realizar autovacunas específicas de bacterias aisladas sin necesidad de volver a recoger muestra de campo.
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