El control de temperatura en las muestras es un elemento crucial para asegurar la calidad y fiabilidad de los diagnósticos que realizamos.

Las condiciones térmicas adecuadas son indispensables para preservar la integridad de las muestras y evitar cualquier alteración que pueda comprometer los resultados. Desde el momento en que las muestras son recibidas, implementamos estrictos protocolos de conservación que aseguran su estabilidad, garantizando que cada análisis refleje con precisión el estado real del material recolectado.

Además, este control responde a los estándares de calidad que nos exigen las certificaciones ISO 9001:2015 e ISO/IEC 17025, que avalan tanto la trazabilidad como la gestión rigurosa de los procesos. Para ello, empleamos cadenas de frío seguras, sistemas de monitoreo continuo y alertas que nos permiten reaccionar de inmediato ante cualquier desviación térmica.

Este compromiso no solo asegura resultados fiables, sino que también refuerza nuestra misión de ofrecer diagnósticos rápidos, precisos y de máxima calidad.